
Los años ochenta representaron una época de cambios para la IBERO. El sismo de 1979, el cual derrumbó el 60% del campus Churubusco con una magnitud de 7.6 sin ocasionar ningún herido, fue un momento de desaliento para la universidad porque produjo un daño irreparable a las instalaciones. De inmediato, el equipo administrativo se puso a trabajar en un plan de contingencia y, como medida temporal, se crearon “los gallineros”, instalaciones prefabricadas de lámina que fungieron como aulas para que los estudiantes tomaran sus clases.
En 1983 cuando el Ingeniero Julio Gutiérrez Trujillo tomó la presidencia del Patronato de la IBERO, ya estaba iniciada la campaña financiera para el nuevo plantel y el predio donde se construiría el nuevo campus. Durante su gestión se unieron esfuerzos con seis sectores fundamentales: estudiantes, exalumnos, empresas, gobierno, fundaciones y con los miembros de su consejo, quienes colaboraron de forma histórica en la magna campaña de procuración de fondos, la cual logró su cometido gracias a la solidaria participación de toda la comunidad.
El 31 de julio de 1987, Día de San Ignacio de Loyola, se logró la misión por la que se había trabajado tanto; Don Julio Gutiérrez entregó a las autoridades de la universidad el campus Santa Fe. Este fue un momento fundamental en la historia de la IBERO, el cual desencadenó una serie de transformaciones que facilitaron la vida académica de la institución, generando un incremento sustancial de la matrícula y una nueva sede para la Universidad Iberoamericana.
El campus Santa Fe hoy sigue acompañando a nuestra querida comunidad IBERO. Espacio de vanguardia y reflexión donde estudiantes, investigadores, académicos, exalumnos, personal de servicio y administrativo conviven diariamente rodeados de los ladrillos que distinguen a la institución. Nuestro quehacer diario es un tributo al trabajo y la dedicación de la comunidad en los años ochenta, encabezados por Dr. Ernesto Domínguez Quiroga, S.J. rector de la IBERO con el apoyo incondicional de Don Julio Gutiérrez quienes hicieron realidad el proyecto por el que tanto trabajaron a favor de la universidad.
En el Patronato de la IBERO recordamos con mucho aprecio la labor del Ingeniero Julio Gutiérrez Trujillo, quien falleció el 26 de mayo de 2023. Nunca olvidaremos su increíble labor alineada a la misión jesuítica y a la del Patronato de la IBERO, siendo un ejemplo de la generación de iniciativas y procuración de los fondos para apoyar a la Universidad Iberoamericana en el fortalecimiento de su excelencia académica.
“El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras” San Ignacio de Loyola.