En un mundo que cambia constantemente, en el Patronato de la IBERO hemos asumido la responsabilidad de evolucionar junto con nuestra Universidad sin perder de vista los principios que nos definen. Durante el 2024, este compromiso se materializó en acciones que fortalecieron nuestra identidad y capacidad de respuesta ante las necesidades de nuestra comunidad universitaria y de la sociedad en general: renovamos nuestras líneas de acción, redefinimos nuestras prioridades y revitalizamos nuestros esfuerzos. Este proceso de redirección no solo nos permitió abrir nuevas oportunidades, sino también consolidar nuestro papel como aliados estratégicos que impulsan la excelencia, la vinculación y el compromiso social de nuestra querida IBERO, formando a las mejores personas por y para el mundo del futuro.

Es por ello que estos tres rubros, excelencia, compromiso social y vinculación, rigen las actividades contenidas en el presente informe, ya que nuestra labor en 2024 se enfocó en generar alianzas que abran oportunidades para nuestra comunidad, siempre impulsando la búsqueda de la excelencia integral y potenciando el impacto social de los proyectos que nacen y se desarrollan entre nuestras paredes de ladrillos. En este sentido, cobran especial relevancia los esfuerzos por la internacionalización, como los nuevos apoyos para dobles titulaciones, así como los acercamientos con otras instituciones educativas y culturales, los cuales nos permiten amplificar el alcance y los resultados de nuestras iniciativas académicas. Asimismo, el fortalecimiento de la formación integral de nuestros estudiantes ha sido una prioridad, asegurándonos de que cuenten con las mejores herramientas, condiciones y oportunidades para desarrollar su talento dentro y fuera del aula. Este compromiso toma forma al involucrar al sector productivo en su formación, ya que aporta habilidades únicas para la profesionalización y el éxito después del egreso de nuestra Universidad. De esta forma, la vinculación empresarial y que este sector se involucrara en el proceso académico se convirtió en un punto central de los esfuerzos del Consejo Directivo durante el 2024, a cuyos miembros agradezco por su incansable trabajo durante un año de participación y entusiasmo.

En suma, el 2024 nos reafirmó que la creación de vínculos, dentro y fuera de nuestra propia comunidad, es la mejor forma para desarrollarnos y evolucionar, además de que nos permite tejer redes de apoyo y asegurar que la cadena de ayuda, objetivo complementario del Patronato al fomentar y crear una cultura de donación, prevalezca. Estos logros son fruto del esfuerzo colectivo y de nuestra convicción de que, al sumar voluntades, podemos seguir fortaleciendo a la IBERO y extender nuestra huella, al mismo tiempo crítica y compasiva. Desde el Patronato, miramos al futuro con la misma determinación que nos ha guiado durante más de seis décadas: ser un motor de cambio que impulsa la excelencia y el impacto social, para construir un mundo más justo, pacífico y equitativo.